¿Quieres saber cómo guardar los productos para el cuidado de la piel de forma adecuada para que sigan funcionando de forma óptima?
Estás en el lugar correcto.
Lo creas o no, un almacenamiento adecuado puede marcar una gran diferencia en la forma en que tus productos actúan sobre tu piel. Estos son algunos de los principales consejos de nuestros terapeutas de la piel para mantener tus productos en óptimas condiciones:
Evita almacenar los productos para el cuidado de la piel en frascos, a altas temperaturas o a la luz solar directa; mantén siempre los productos en un ambiente fresco y seco.
*Evitar los frascos
Los productos que se envasan en frascos y se sacan con la mano pueden ser especialmente vulnerables a la degradación del producto, así como a la acumulación de bacterias. En su lugar, opta por productos para el cuidado de la piel que vienen en tubos, botellas o dispensadores herméticos. Pueden seguir siendo muy eficaces durante años si se almacenan correctamente.
*Mantén los exfoliantes en polvo fuera de la ducha
Si entra agua en el recipiente de fórmulas en polvo como Daily Microfoliant o Daily Superfoliant, puede provocar grumos y activar los ingredientes demasiado pronto, reduciendo su eficacia en la piel.
*Los productos con FPS deben guardarse a la sombra
Las altas temperaturas o la exposición al sol pueden acortar la vida útil del producto y disminuir la eficacia de los ingredientes activos de los protectores solares. Elige fórmulas en envases a prueba de luz y guárdalas en un lugar fresco y a la sombra.
*Saca los tratamientos para labios (cualquier producto para labios) del coche
Los coches calientes son malos para todos los productos, pero pueden derretir por completo (arruinar es la palabra) los productos para labios. Una vez derretidos, no se deben utilizar, ni siquiera después de que se enfríen y se solidifiquen.
*Guarda, si quieres, los productos para el cuidado de la piel en el frigorífico en verano. No les va nada mal ni a los ingredientes, ni a tu piel.
El frigorífico es un gran lugar para guardar sus tónicos, mascarillas y humectantes favoritos, así como los productos con vitamina C. La temperatura fría ayuda a que los ingredientes activos se mantengan frescos y añade un efecto refrescante.
*Ten en cuenta las fechas de caducidad
Todos los productos cosméticos, como el vino, tienen un momento óptimo de consumo. En todos los tarros viene un icono que informa del tiempo que dura en buenas condiciones desde que lo abres. Pero, ¿cómo sabes cuándo ha caducado un producto para el cuidado de la piel si la fórmula no tiene fecha de caducidad? Hay pistas claras: cambios en la textura o el aroma, densidad o color. Y, por supuesto, síntomas como el enrojecimiento después de la aplicación. ¡Cualquiera puede ser un buen indicador de que ha llegado la hora de abrir un nuevo tubo!